ENTREVISTA A DON ENRIQUE ANTONIO CORTÉS DÍAZ, PREDICADOR DE LA  NOVENA A LA PEQUEÑICA

El próximo lunes 30 de agosto comienza, en la Iglesia Parroquial de la Concepción, el solemne Novenario en honor a Nuestra Señora de los Desamparados del Buen Retiro del Saliente Coronada, que se celebrará hasta el martes 7 de septiembre en las Parroquias de la Villa y en el Santuario Diocesano del Saliente.

Todos los días se rezará el Santo Rosario a las 19:30h., junto con la Novena escrita por el Beato Bartolomé Caparrós, celebrándose posteriormente el Sacrificio de la Santa Misa para implorar a Nuestra Señora el fin de la pandemia de coronavirus.

Este año ocupará la Sagrada Cátedra el Rvdo. Sr. D. Enrique Antonio Cortés Díaz, Párroco de Santa María de la Villa, administrador parroquial de Santa Bárbara de Las Pocicas y de Nuestra Señora de los Dolores del Llano del Espino. En los días previos al Novenario hemos conversado con él:

 

¿Conocía a Nuestra Señora de los Desamparados del Buen Retiro del Saliente Coronada antes de venir a la Villa de Albox?

La verdad es que no conocía mucho o nada, de esta advocación de la Virgen en particular antes de venir a la diócesis de Almería, pero sí he ido escuchando en estos últimos años la devoción que tiene muy extendida en mucho lugares, y estuve por primera vez celebrando la Misa en el Santuario con un grupo de feligreses de mi anterior parroquia de Antas, con motivo de un encuentro de la Hermandad de la Patrona de Antas, la Virgen de la Cabeza, que se celebra el mismo día ocho de septiembre.

¿Cómo recibió la invitación para predicar el Solemne Novenario de este año?

Siempre es un placer y una alegría compartir el mensaje del Señor en la fiesta de «la Madre», con sus hijos más queridos, y especialmente con aquellos que se fían y confían de Ella en tantas situaciones de la vida por las que estamos atravesando en estos últimos tiempos.

¿Qué mensaje le gustaría transmitir a los devotos de la Pequeñica durante el Novenario?

La invitación del Señor siempre es la misma, de AMAR con todo el corazón, y la primera que llevó eso a la práctica con generosidad y entrega total fue la Virgen, así que no podemos más que recordar ese Amor y esa entrega de la Virgen en unos días tan señalados como son la fiesta de Nuestra Madre del Saliente.

Durante su estancia en nuestra Villa, ¿ha vivido alguna experiencia relacionada con la Virgen del Saliente que le gustaría destacar?

He ido escuchando cosas de los devotos de la Virgen, pero apenas se va a cumplir un año de mi llegada a Albox y por tanto aún estoy viendo y conociendo esta nueva realidad y las experiencias de la gente con la Virgen del Saliente.

Si tuviera que hablarle a alguien de Nuestra Pequeñica, ¿qué le diría?

Siempre y durante todo el año, hablo en las fiestas de la Virgen que hay durante todo el año litúrgico, de la grandeza de María en nuestra vida, y en nuestra historia.  Estando aquí en Albox y con esta advocación específica de Nuestra Señora de los Desamparados del Buen Retiro del Saliente Coronada, no puedo hacer más que recordar lo que Nuestra Madre ha significado para nosotros en nuestra vida y en nuestra historia, en este caso en Albox, y sobre todo el tener la certeza que si nos acogemos a Ella, será Ella misma la que nos lleve al encuentro del Señor y del prójimo que está a nuestro lado, para amar y testimoniar con nuestra propia vida.

El próximo 8 de septiembre se celebrará en el Santuario la Santa Misa de Acción de Gracias por el XX Aniversario de su Ordenación Sacerdotal, ¿qué significa para usted celebrarlo junto a Nuestra Madre del Saliente?

Son 20 años de ordenación sacerdotal, pero 30 años de ir dando respuesta a mi vocación sacerdotal y misionera. Desde el inicio hasta hoy, siempre ha estado presente la «MADRE» en todo mi camino vocacional. Inicié en una congregación mariana, el primer encuentro con mi vocación fue en un santuario mariano. Los lugares a donde he sido llamado a prestar mi servicio misionero y sacerdotal eran marianos, y las parroquias donde he sido párroco también. Así que siempre he sido llevado de la mano por Nuestra Madre la Santísima Virgen, en sus diferentes advocaciones. Por tanto, celebrar en el Santuario del Saliente, la casa de «la Madre», estos años de servicio sacerdotal y misionero, no es otra cosa que decir GRACIAS de Corazón a aquella que ha guiado mi vida, mi vocación y mi ministerio sacerdotal por los diversos rincones de España, y del mundo, en los que he sido llamado a Anunciar la Buena Noticia del Señor, acompañado y protegido por la Virgen.