Las excepcionales circunstancias sanitarias condicionaron, pero no impidieron, que los peregrinos de la Pequeñica se reunieran el pasado viernes diecinueve de junio para honrar el Sagrado Corazón de Jesús en el Santuario Diocesano de Nuestra Señora de los Desamparados del Buen Retiro del Saliente Coronada.
DEVOCIÓN CORAZONISTA DE GRAN RAIGAMBRE
El Santuario Diocesano del Saliente atesora una dilatada tradición corazonista que, en pocas décadas, alcanzará los tres siglos de historia. Precisamente en una de las puertas dieciochescas del mismo, encontramos una de las representaciones más antiguas del Sagrado Corazón de Cristo que conservamos en territorio almeriense. Igualmente, en el interior del artístico templo, recibe culto una bellísima imagen que responde a esta advocación y que anteriormente se veneró en la Iglesia Parroquial de la Concepción de la Loma de san Francisco. Por todas estas razones, y desde hace ya unos años, se celebra con gran brillantez esta solemnidad en el Santuario. No falta, además de una cariñosa recepción a los peregrinos, alguna conferencia y la bendición del valle del Almanzora con el Santísimo Sacramento.
CONFERENCIA DEL FORMADOR DEL SEMINARIO
Bajo el escrupuloso seguimientos de las medidas sanitarias vigentes, los peregrinos compartieron en el claustro un momento de esparcimiento. Aunque físicamente algo distanciados, todos compartieron el gozo del reencuentro. Después, don Antonio Jesús González Jover, Formador del Seminario Menor de la Inmaculada de Almería, impartió en el salón Lázaro de Martos la conferencia “Corazón de Jesús, Puerta del Cielo”. Como recordó el propio conferenciante, en esta solemnidad la Iglesia conmemora la Jornada de Santificación de los Sacerdotes y subrayó la centralidad del amor en la vida de los cristianos.
BENDICIÓN DEL VALLE DEL ALMANZORA CON EL SANTÍSIMO SACRAMENTO
Concluida la conferencia, los peregrinos marcharon al templo que estaba ocasionalmente presidido por la imagen del Sagrado Corazón. A la celebración de la Santa Misa siguió la adoración al Santísimo Sacramento, solemnemente expuesto en la maravillosa custodia franciscana del siglo XVIII. Su Divina Majestad, precedida por los cirios de los peregrinos, fue portada hasta un efímero altar en el atrio donde se rezaron las obligadas preces. Fue entonces, en medio del silencio que solo quebraba el tintineo de las campanillas y las cadenas del incensario, cuando se impartió la bendición a todo el valle del Almanzora. Una plegaria honda y sentida, en la que estuvo muy presente la oración por los efectos de la reciente pandemia de coronavirus.
LA VIDA QUE SIGUE, Y QUIERE SEGUIR, EN EL SANTUARIO DIOCESANO DEL SALIENTE
Antes del canto de la Salve a la Pequeñica, que siempre coloca el punto y final a toda reunión en el Saliente, el Rector don Antonio J. M. Saldaña Martínez se dirigió a los peregrinos: «Os agradezco de todo corazón, y especialmente a los que trabajáis con vuestras dosis de sacrificio, el compromiso que nos permite abrir las puertas y mejorar este Santuario de nuestra Madre y Patrona. Es mucha la incertidumbre que nos rodea, hasta se tambalean los proyectos y las fechas en nuestra agenda… solo vuestro profundo amor a la Virgen del Saliente persevera con enorme fidelidad. Ahora, quizás más que nunca, hace falta que salgamos del confinamiento del miedo y, con la necesaria prudencia, seamos más generosos y comprometidos. Trabajemos, entre todos, para que al honrar a la Pequeñica brindemos la mejor de las acogidas a los peregrinos.»