En la mañana del seis de enero, solemnidad de la Epifanía del Señor, la Cuadrilla del Saliente inundó el Santuario Diocesano de Nuestra Señora de los Desamparados del Buen Retiro del Saliente Coronada del más genuino de los ambientes navideños posibles. Las improvisadas coplas y los antiquísimos villancicos regresaron a la casa de la Pequeñica tras más de ocho décadas de silencio, alegrando a todos los peregrinos que acudieron en esta importante jornada al Roel.
UNA TRADICIÓN ANTIGUA QUE RETORNA
Por la Pascua de Navidad tanto el Santuario como las aldeas y cortijadas limítrofes recibían la festiva visita de las Cuadrillas, un grupo de músicos que interpretaban sus coplas para recaudar fondos que sufragaran la celebración de Misas por las Ánimas Benditas. En las solemnidades de Navidad, estas Cuadrillas realizaban la «puja del Niño». En esta curiosa ceremonia, se subasta entre los fieles el privilegio de portar un rato la sagrada imagen del Niño Jesús. La Cuadrilla del Saliente, refundada el pasado veintinueve de septiembre, se ha encargado este año de recuperar tan entrañable tradición con una gran expectación de los peregrinos.
SOLEMNE MISA DE LA EPIFANÍA
A las una y media de la tarde, hora habitual de la Misa de peregrinos, comenzó el solemne Sacrificio con el acompañamiento musical de la Cuadrilla del Saliente. Antes, el director, don Francisco Martínez Botella, explicó el sentido de la misma y animó a los peregrinos a orar fervientemente por las Ánimas del Purgatorio. La Santa Misa, presidida por el Rector don Antonio Jesús María Saldaña Martínez, revistió la oportuna solemnidad y, como está mandado, tras el Evangelio se anunció el calendario litúrgico del año apenas inciado. Durante su homilía, el Rector enfatizó el hecho de que Dios se nos ha rebelado en su plenitud y ya no caben espiritualidades difusas; pues el Altísimo se nos ha mostrado en el rostro de Cristo.
PASEO Y PUJA DEL NIÑO
Al finalizar la Santa Misa se ha celebrado la puja del Niño, obteniendo el ganador la entrega de la imagen del Niño Jesús. Rodeado por los cánticos de la Cuadrilla, que han pregonado el nombre del generoso donante por todos lados, la comitiva se ha encaminado a la explanada del Roel. Allí se ha vuelto a repetir la puja, así como en el zaguán y en el claustro del Santuario. Una jornada plenamente navideña y tradicional que ha terminado, como no podía ser de otra forma, con prolongados trobos en el interior del templo y con innumerables vítores a la Pequeñica.