El Santuario Diocesano del Saliente acoge la Rogativa a la Pequeñica por la epidemia del Coronavirus

La convocatoria, realizada a través de las redes sociales del propio Santuario, ha congregado a los fieles a través de la retransmisión por su perfil digital y ha sido seguida por muchos otros que se han unido desde sus casas con la oración del Santo Rosario. La bendición del valle desde la explanada del Roel con el Santísimo Sacramento y la plegaria de súplica a la Pequeñica han sido los momentos álgidos de esta Rogativa.

UNA TRADICIÓN MUY ANTIGUA

La Iglesia Católica, en momentos de dificultad pública, acude mediante oraciones públicas que se denominan Rogativas para solicitar la misericordia divina. Son oraciones caracterizadas por su carácter penitencial y suplicante. Muchas imágenes o costumbres religiosas de nuestros pueblos se basan, precisamente, en la concesión de estos favores tras la intensa oración ofrecida. También la devoción a la Pequeñica, a lo largo de los siglos, se nutrió de los reiterados favores con que respondió a las peticiones de los albojenses ante diversas catástrofes. Por ejemplo, durante la terrible epidemia del cólera que nos azotó a mediados del siglo XIX; se formuló el Voto de los aldeanos del Llano de los Olleres que prometieron edificarle el templo que hoy alberga su Iglesia Parroquial con la hermosa advocación de Nuestra Señora del Carmen.

UNA CONVOCATORIA Y PARTICIPACIÓN NOVEDOSAS

Aunque la Rogativa sea una tradición muy antigua de la Iglesia, lo cierto es que esta convocatoria y la participación de la misma se han realizado de una manera novedosa. Lejos de los carteles o sermones públicos de antaño, han sido las redes sociales como Facebook y Whatshapp las encargadas de convocar a los fieles en tan inusitada convocatoria. El pasado 12 de marzo el Rector del Santuario, don Antonio J. M. Saldaña Martínez, hacía pública una carta titulada «Madre de los Desamparados». En las horas y días sucesivos, a tenor de las nuevas medidas sanitarias ordenadas por el Obispado, se enviaron misivas digitales a los fieles y a diversos colectivos para que participaran espiritualmente con la oración del Santo Rosario ante una estampa de la Pequeñica a las doce y medía del medio día.

BENDICIÓN DEL SANTÍSIMO AL VALLE DEL ALMANZORA DESDE EL ROEL

Finalmente, la mañana del domingo acogió la fervorosa Rogativa que se inició con la Eucaristía. Muy pocos eran los fieles que ocuparon los normalmente abarrotados bancos, pero muchos los que seguían la ceremonia a través de la señal emitida por el Santuario. Tras la Santa Misa del domingo III de la Cuaresma, el Santísimo Sacramento fue expuesto en la custodia franciscana del siglo XVIII y se oró el Santo Rosario. Llegados al momento de las Letanías Lauretanas, en una insólita procesión Su Divina Majestad fue llevado hasta el mirador de la Fuente en la explanada del Roel. No había más palio que el fulguroso sol de mediodía ni más adorno que las flores que coloreaban los campos inmediatos. Allí, tras rezarse las súplicas de rigor, el valle del Almanzora fue bendecido con Jesús Sacramentado en medio del silencio que solo quebraba la campanilla que anunciaba la presencia de Divino Maestro.

PLEGARIA A LA PEQUEÑICA

De regreso en el Santuario y reservado el Santísimo en la capilla eucarística, de rodillas ante la sagrada imagen de la Virgen del Saliente, se pronunció la siguiente plegaria:

«Madre de todos los Desamparados
en estos momentos de dolor y prueba,
como en otros momentos de nuestra historia,
recurrimos a tu maternal intercesión.
Te encomendamos nuestra salud,
la del alma y la del cuerpo,
la tristeza de nuestros corazones
y la preocupación por los seres que amamos.
Ampara, Virgen Pequeñica,
a todos los que trabajan en el ámbito sanitario,
a los que mantienen el orden público,
a los que se afanan en mantener nuestros suministros,
a los que nos gobiernan;
junto con tantos sacerdotes y seglares
que nos ayudan a vivir la Fe.
Bien sabes, Señora del Saliente,
que carecemos de méritos para pedir tu escucha,
pero… ¡muestra que eres Madre!
A pesar de nuestros pecados,
de tantos domingos olvidados… ¡muestra que eres Madre!
Mira, con ojos de misericordia,
el profundo amor de tantos hijos tuyos,
peregrinos a tu Santaurio
¡Tómalo en prenda de nuestra plegaria!
Madre del Saliente, protégenos de esta epidemia.
Cubre con tu manto a tu Villa de Albox
y a todos los peregrinos que aquí te veneran.
Protege, Señora del Roel,
a nuestra tierra y a todos los pueblos del mundo.
Madre del Buen Retiro,
ayuda a tantas personas que estamos confinados,
haznos iglesias domésticas
que destierren el terror y la pena.
Y ahora, en unión con tantos peregrinos
que en este momento te están invocando,
te imploro que Tú, Madre y Señora nuestra,
nos cuides y protejas de esta pandemia
con la esperanza en la vida eterna
que tu Hijo nos regala.
¡Salud de los enfermos;
ruega por nosotros!