Visitas a la Villa de Albox

Desde el origen de la devoción a la Pequeñica, la sagrada imagen no suele abandonar el Roel salvo en casos muy excepcionales. Los albojenses, como es natural, han reclamado su presencia en la Villa con motivo de ocasiones singulares. De aquí parte el privilegio de las visitas de la sagrada imagen, tradición arraigada a lo largo del siglo XX y consolidada canónicamente en los inicios de la actual centuria.

Aunque existen indicios de visitas anteriores, las que sí están documentadas son las trece visitas del pasado y comienzos del actual siglo. Se celebraron en los años 1924, 1930, 1939, 1947, 1954, 1970, 1975, 1977, 1979, 1988, 1993, 1998 y 2000. Aunque hubo dos propuestas por fijar la regularidad de estas visitas, ninguno llegó a concretarse.

Finalmente, a solicitud del Rector don Rafael Zurita Jiménez, el Obispo don Adolfo González Montes decretó el catorce de abril de 2005 la regularización canónica de las visitas de la sagrada imagen de la Pequeñica a la Villa:

«Fijamos de modo definitivo la tradición de que la imagen de la Santísima Virgen del Saliente baje a las mencionadas parroquias de la villa de Albox los años que terminen en cero y en cinco, regulando así, mediante esta práctica, expresión de la devoción mariana de los fieles, el transcurso del tiempo medido en los lustros de piedad mariana».

En el mismo Decreto, el Prelado almeriense concedió especiales indulgencias a las Iglesias Parroquiales de Santa María y de la Concepción  durante la estancia de la sagrada imagen en estos templos albojenses.

Las visitas de Nuestra Señora de los Desamparados del Buen Retiro del Saliente Coronada a Albox suelen iniciarse el primer domingo del mes de mayo, antes de la salida del sol. Instalada en unas andas de madera, que se cubren con un lienzo blanco para resguardarla del ardiente sol, es portada por los hombros de los romeros a lo largo de los veinte kilómetros que distancian el Santuario Diocesano del Saliente de la Villa. Se trata de un traslado fervoroso, interrumpido por efímeros arcos triunfales que se alzan en medio de las ramblas y las ruidosas plegarias de los romeros. Las paradas más solemnes tienen lugar en las aldeas de Las Pocicas y el Llano de los Olleres. En ambas, la comitiva de la Pequeñica es saludada por las benditas imágenes de los protectores del lugar y se celebra la Santa Misa en cada una de las Iglesias Parroquiales de estos lugares. A su llegada a la Villa, la Fuente del Marqués es el enclave tradicional para la recepción por parte de las autoridades municipales.

Comienza, de esta forma, una devotísima quincena en que la vida cotidiana de la Villa está exclusivamente marcada por la presencia de la Patrona. Primero en la Iglesia Parroquial de Santa María, para luego ser trasladada a la Iglesia Parroquial de la Concepción con una estancia en la Ermita de San Antonio de Padua, los actos religiosos se desarrollan durante toda la jornada. Los templos que acogen a la Pequeñica, siempre con las puertas abiertas, no cesan de recibir a cientos de albojenses que la abruman con un amor desbordante.

Concluido el gracioso período de la estancia de la Pequeñica en Albox, vuelve repetirse en sentido inverso la prolongada romería para devolverla a su camarín en el Roel.

Desde que entró en vigor el Decreto regulador de las visitas, la sagrada imagen solo abandonó el Santuario del uno al cinco de mayo de 2019 de modo extraordinario con motivo de la proclamación de su Patronazgo. La visita de 2020 hubo de ser suspendida por la epidemia de coronavirus que azotó el mundo.

La sagrada imagen, una vez se inició su culto en el Roel, solo ha abandonado la tierra albojense en tres ocasiones. La primera en 1954 con motivo del Año Santo Mariano, pues participó en la Magna Mariana de la ciudad de Almería. La segunda, en 1981, se trató de una visita privada a la ciudad de Granada por motivos técnicos. La última vez ocurrió en 1987, cuando de un modo excepcional visitó Los Cerricos, Oria y Rambla de Oria.