El pasado trece de mayo el Santuario Diocesano de Nuestra Señora del Saliente acogió el primer acto de culto público tras su clausura con motivo de la pandemia. Para conocer cómo afronta el Santuario la vuelta a la nueva normalidad hablamos con el Rector.
¿Qué nos podría contar del período en que ha estado cerrado el Santuario?
Ha sido un tiempo de tristeza, tanto por el hecho de que hayamos tenido que cerrar las puertas como por los efectos de la pandemia. Aunque en estos meses tristes solamente yo podía subir al Santuario, eran muchos los mensajes que llegaban hasta la Pequeñica. Por tanto, creo que la devoción no se ha interrumpido. Muestra de ello ha sido la maravillosa acogida que los albojenses, y aún de otros lugares, han prestado a las iniciativas que lanzamos para el mes de mayo. Basta dar una vuelta por nuestras calles y observaremos como casi la totalidad de nuestros hogares se han engalanado con imágenes de nuestra Madre y Patrona. La Virgen del Saliente ha sido, para sus peregrinos, un verdadero antídoto contra la tristeza de esta pandemia.
¿Cómo se vivió la reapertura del Santuario en la jornada del 13 de mayo?
Con profunda emoción pues, después de dos meses, los rostros entusiasmados de los peregrinos volvieron a reflejarse en las diminutas pupilas de la Pequeñica. No obstante, confieso que al principio hubo algo de cierto temor. Un temor que se demostró infundado, pues el trabajo de los colaboradores del Santuario ha sido ímprobo y la prudencia de los peregrinos verdaderamente ejemplar. Personalmente fue un día de acción de gracias, por escuchar los rezos de los peregrinos en un Santuario que ha permanecido demasiado tiempo en obligado silencio.
¿Qué medidas han sido implantadas en el Santuario para su reapertura?
Fundamentalmente seis medidas que se siguen a rajatabla. En primer lugar la constante limpieza de las zonas abiertas a los peregrinos con los productos higiénicos recomendados, guardando una especial dedicación al templo del mismo. En segundo lugar la restricción de espacios, suprimiéndose el acceso al camarín y otras zonas cuyo control es muy complejo. En tercer lugar, precisamente para salvaguardar la desinfección del mismo, nos hemos visto obligados a acortar el horario de visita y cerrar los domingos por la tarde. En cuarto lugar se ha garantizado la seguridad del personal colaborador, mediante la instalación de mamparas de protección y el uso de EPIS. En quinto lugar, no ha quedado más remedio que posponer todas las actividades culturales que estaban programadas para los meses inmediatos. Por último, el control de aforo a través de la señalización de los bancos de los fieles y concertando citas previas para algunos actos de culto.
¿Cómo han sido afectados los proyectos de rehabilitación del Santuario por la pandemia?
Ante la imposibilidad de que vinieran los profesionales comprometidos, no quedó otra alternativa que aplazarlos. Con todo, el efecto más negativo es que durante este tiempo los peregrinos no han podido ofrecer sus donativos y los ingresos han bajado drásticamente. Obviamente si carecemos de medios económicos, las obras no pueden continuar y todo irá mucho más lento. Aún es prematuro hacer cálculos, pero los donativos espontáneos que comienzan a llegar abren una puerta a la esperanza. La devoción no decrece, quizás lo que haga falta sea un compromiso mayor para que podamos ir más deprisa en la completa rehabilitación del Santuario de nuestra Madre y Patrona. Tampoco falta la ilusión y las ganas de trabajar, como demuestra la ingente labor que ya se ha retomado en la Biblioteca y en el Archivo del Santuario.
¿Qué nos puede adelantar del trabajo de la Biblioteca?
La puesta en marcha de la Biblioteca se engloba en un proyecto más amplio, que abarca buena parte del ala oeste del Santuario. Ya se ha rehabilitado el pasillo noble, el despacho y la Biblioteca. En breve comenzará la rehabilitación del futuro Archivo. Se trata de una inversión muy fuerte, pero necesaria para custodiar el rico patrimonio bibliográfico de la Pequeñica. Si otros Santuarios destacan por las colecciones de alhajas que atesoran, nosotros tenemos un incalculable valor que quisiera dar a conocer cuanto antes. Ten en cuenta que se trata de una colección que comprende casi medio milenio de distintos saberes. Ya se había formulado la invitación al Señor Obispo para que la bendijera, pero las circunstancias actuales lo desaconsejan. Ojalá pudiera realizarse en este año, cuando se cumple el X Aniversario de la muerte de su fundador: el canónigo albojense don Bartolomé Marín.
¿Cuáles son los cultos más inmediatos que se celebrarán en el Santuario?
Dentro de pocas semanas, concretamente el viernes diecinueve de junio, celebraremos la solemnidad del Sagrado Corazón. Será una convocatoria muy distinta a la de años anteriores, pues no se podrá participar sin la cita previa debido al necesario control del aforo. Habrá una conferencia, así como la Santa Misa y la bendición del valle del Almanzora con el Santísimo Sacramento. Aún estamos estudiando de qué modo organizar la tradicional Salve en el aniversario de la Coronación Pontificia el próximo siete de agosto.
¿Cómo afronta el Santuario la próxima Romería de septiembre?
Es muy prematuro para hablar de la Romería de este año, pues aunque barajamos posibilidades distintas; estamos pendientes de la evolución de la pandemia y de lo que marquen las autoridades sanitarias. Parece complicado, por ahora, pensar en la procesión o en el modo habitual de visitar el camarín. Habrá que buscar nuevas alternativas y modos de actuación. El culto está asegurado y como, gracias a Dios, la Romería es esencialmente religiosa no creo se vea afectada en su naturaleza. La Romería será muy distinta, pero será.
El Santuario es un lugar muy escogido por los peregrinos para vivir su Fe, acogiendo sus bautizos, bodas y otras bendiciones ¿Qué ha sucedido con todo esto?
Tienes mucha razón, ante la Pequeñica son muchos los que quieren vivir los momentos más importantes de su vida cristiana. Precisamente este verano había fijadas un buen número de bodas y bautizos. Todas se han pospuesto, aunque a partir de finales de este mes regresan las celebraciones bautismales y desde agosto las celebraciones nupciales. No quiero silenciar la admirable actitud de los peregrinos que han tenido que sufrir esta triste circunstancia, pero que se han visto reconfortados por el maternal amparo de Nuestra Señora.
¿Qué diría a los peregrinos del Saliente que aún no se han visitado a la Pequeñica?
Aprovechando tu pregunta les digo, ante todo, que muchas gracias. Gracias por dejar constancia de su apoyo y de su devoción en este tiempo tan complicado para el Santuario. Les agradezco su extraordinario testimonio de Fe y confianza en la Virgen del Saliente. Podría contar muchas anécdotas al respecto, como la generosidad con la que muchos han querido ayudar a la falta de ingresos del Santuario. Como segunda palabra les pediría prudencia. Una prudencia que no conlleva miedo, pues vamos a hacer todo lo posible para que aquí se sientan seguros y puedan disfrutar de las caricias de su Madre Santísima. Y, por último, les rogaría que no dejaran de peregrinar y ayudar con esta Santa Casa de la Virgen del Saliente. Aquí encontrarán amparo y consuelo, porque aquí se encontrarán con su Madre.